La terapia con Helena es mucho más que un espacio de cuidados. Para mí está siendo una conversación agradable, llena, introspectiva, gracias a sus preguntas (siempre acertadas). Desde el primer día he vivido un proceso de descubrimiento personal e incluso, en las partes más dolorosas o de vergüenza, me he sentido muy bien acompañada. El método holístico que engloba su trabajo tiene una gran intérprete y facilitadora – ¡Gracias Helena!

La terapia con Helena está sirviendo para darme cuenta de patrones internos repetitivos y poder, de forma fácil y agradable, dar espacio a responder diferente ante lo que ya no me sirve. Estoy más tranquila, más relajada y más a gusto conmigo misma. Lo noto a la hora de relacionarme con los demás, sobre todo en el trabajo y con la familia. Estoy encontrando mi espacio y la forma de relacionarme más auténticamente mía y lo estoy disfrutando mucho. ¡Está siendo un proceso transformador muy sanador! ¡Gracias Helena!

La terapia con Helena sutilmente me ha ido ayudando a realizar cambios enormes en la manera de entenderme, de relacionarme conmigo mismo y con los demás. Como por arte de magia, su comprensión y aprecio hacia mí se han convertido en propias, y ahora siento que me doy un valor y un amor que antes no me daba, punto de partida esencial para poder dar a los demás y poder construir relaciones libres y sanas.

Con Helena compartí un momento difícil de mi vida. Le agradezco la sensación de que estaba más allá de las horas de terapia, eso me permitió no dejarme solo. Me di cuenta de muchas cosas en ese proceso, como que en todas las relaciones hay un 50% de responsabilidad de la otra parte, o que cuando pongo la energía en la culpa hacia el otro, estoy dejando de asumir mi responsabilidad y magnificando el victimismo. Es decir, olvidando que sólo puedo cambiar lo propio.

Hace medio año que Helena es mi terapeuta. Es una persona lista, sabe adaptarse a mis necesidades e impulsarme hacia territorios desconocidos por mí en los que encuentro bienestar.

Me siento profundamente agradecida de haberme encontrado con Helena. Cómo a través de todo este proceso me siento acompañada, cómo a través de las preguntas pertinentes en el momento oportuno te hace ver con una claridad prácticamente inexplicable lo que nunca habías visto ni entendido, cómo todo se hace más relativo, cómo te hace sentir como en casa, con su escucha activa, su cariño y todo el amor que transmite día a día. Personalmente, es lo mejor que he hecho. Estando con ella puedo ser yo, aprendo a vivir más en el presente y no tan anclada ni en el pasado ni en el futuro, lloro, me enfado, tomo conciencia, río y poco a poco me voy liberando. Poco a poco, voy sanando.